Comunidades

¿QUÉ ES?

El deshollinado en comunidades de vecinos consiste en la limpieza y mantenimiento de los conductos de evacuación de humos de salas de calderas y chimeneas colectivas. Estos sistemas suelen contar con conductos verticales de gran longitud que requieren acceso a cubiertas y medidas de seguridad en altura. La limpieza se realiza con equipos especializados para garantizar la eliminación de hollín, creosota y residuos, manteniendo la seguridad y la eficiencia de toda la instalación comunitaria.

¿PARA QUÉ SIRVE?

  • Seguridad colectiva
    • Previene incendios provocados por la acumulación de hollín en conductos de gran tamaño.
    • Garantiza la correcta evacuación de gases tóxicos como el monóxido de carbono, protegiendo a todos los vecinos.
  • Eficiencia y ahorro
    • Mejora el rendimiento de las calderas comunitarias al mantener los conductos despejados.
    • Permite un consumo más eficiente de combustible, reduciendo costes energéticos.
  • Mantenimiento de la infraestructura
    • Evita daños estructurales en los conductos comunes y en la sala de calderas.
    • Alarga la vida útil de las instalaciones, reduciendo la necesidad de reparaciones costosas.
  • Cumplimiento normativo y medioambiental
    • Reduce la emisión de gases contaminantes y partículas.
    • Garantiza que la comunidad cumpla con las exigencias del RITE y otras normativas aplicables.

OBLIGACIÓN

De acuerdo con el Artículo 31.1 del RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios), el titular de la instalación —en este caso, la comunidad de propietarios o la entidad responsable de la sala de calderas— está obligado a mantenerla en condiciones seguras, eficientes y respetuosas con el medio ambiente.

Esto implica realizar operaciones de mantenimiento preventivo y correctivo, entre las que se incluye el deshollinado de los conductos de evacuación de gases.

CADENCIA

Según el RITE – Instrucción Técnica IT 3, apartado 3, la frecuencia mínima obligatoria es ANUAL para el deshollinado de conductos de evacuación de gases.

  • Comunidades de vecinos: se recomienda al menos una limpieza al año, realizada por personal especializado.
  • En salas de calderas con uso intensivo o potencia elevada, puede ser necesaria una periodicidad mayor para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento.

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